Ayuda para Ti

No te guardes el dolor adentro. Habla con alguien.

Los adolescentes se enfrentan a muchas presiones y tensiones hoy en día. A veces es normal no sentirse bien. Sentimientos como soledad, enojo y preocupación son completamente normales, y no estás solo. Todos los días, muchos adolescentes tienen dificultades con pensamientos y sentimientos que hacen que sea más difícil estar con amigos y hacer las cosas que les gustan. 

Buscar ayuda puede ser aterrador, pero en realidad es un acto increíblemente valiente.

Si esto es una crisis

Si sientes que estás fuera de control, o estás pensando en lastimarte, llama gratis al 988 - línea de prevención del suicidio y crisis. Siempre hay alguien allí para hablar, de día o de noche.

Solo llama al 988 en cualquier momento para hablar con un consejero capacitado que te escuchará, brindará apoyo y te conectará con otros recursos que pueden ayudarte.

Cómo saber cuándo pedir ayuda

Si tú o alguien que conoces tiene dificultades con pensamientos, sentimientos, emociones o comportamientos, puede ser bueno hablar sobre esto con alguien. Pregúntate:

  • ¿Estoy dudando de mí mismo?
  • ¿Estoy criticándome o hablando negativamente de mí mismo?
  • ¿Me estoy aislando de mis amigos y familiares?
  • ¿Estoy teniendo más dificultades de lo habitual?

No tienes que luchar solo, y no estás solo con lo que estás sintiendo o experimentando. Hay personas y recursos para apoyarte y ayudarte a sentirte mejor.

Ábrete. Déjanos darte una mano. La ayuda está aquí para ti.

A quién acudir en busca de ayuda

El paso más poderoso que podemos dar para ayudar a nuestro bienestar mental es simplemente hablar con alguien. Habla con alguien en quien confíes y con quien te sientas cómodo. Esa persona puede ser un médico, uno de tus padres, maestro, consejero escolar, líder religioso, pariente, vecino o amigo. Aquí hay algunas personas que puedes considerar:

Habla con un familiar

Habla con un adulto de confianza en tu familia. Puede ser uno de tus padres, abuelos, hermanos adultos, primos, tíos u otra persona a la que consideres familia. Nuestra familia a menudo comparte nuestra historia y experiencias, y es posible que te enteres que alguien cercano ha tenido dificultades con un problema o situación similar.

Habla con tu médico

Tu médico está allí para ayudarte a proteger tu bienestar físico y mental. Es probable que quieran hacerte algunas preguntas y trabajarán contigo para averiguar qué tipo de ayuda puedes necesitar. Pueden recomendar que hables con un terapeuta, psiquiatra u otro profesional de la salud mental y pueden ayudarte a establecer esa conexión.

Habla con alguien en quien confíes en la escuela

Si estás en la escuela, busca hablar con una persona de confianza como un maestro, entrenador, enfermera, consejero, director u otro miembro del personal. Están allí para ayudarte y pueden trabajar contigo en formas para superar cualquier situación en la que te encuentres.

Habla con un amigo

A veces te sientes más cómodo hablando con uno de tus amigos. Pueden estar pasando por las mismas cosas que tú. Hablar con un amigo cercano puede ayudarte a procesar tus sentimientos.

Aprende más sobre la salud mental y del comportamiento

¿Interesado en conocer más sobre la salud mental para adolescentes y niños? Encuentra más información en los Centros para el Control  y la Prevención de Enfermedades

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